(14 agosto 2019) La incertidumbre del déficit de lluvias continuar en la región y en plena escasez, se vuelve vital desarrollar soluciones para la seguridad hídrica. La Junta de Vigilancia del Río Cachapoal Primera Sección, a través del programa de Modificación del Tiempo Atmosférico, pone sus esfuerzos por mejorar los caudales en el río Cachapoal.
Sembrando nubes
Estamos en una situación que preocupa y donde se nos pide tomar decisiones, porque la tendencia indica que la situación de escasez se mantendrá. Es por esta razón que llevamos cerca de 20 años realizando este programa, que permite aumentar el caudal del río Cachapoal. No es en sí la solución al problema, pero creemos que aporta, explica el gerente de la Junta de Vigilancia, Robert Hilliard.
El programa de Modificación del Tiempo Atmosférico, iniciativa conocida como “Siembra de Nubes”, permite hace 19 años incrementar las precipitaciones de nieve en la cordillera de la región, que busca mejorar los caudales en la zona cordillerana de la cuenca del Cachapoal.
A pesar de la escasa precipitación, este invierno se ha ejecutado 4 operaciones de siembra. Gracias a los estudios realizados por un estudio meteorológico de la zona, se puede conocer el comportamiento de las nubes en cordillera y saber con más precisión cuándo podemos operar. Confiamos que tendremos más operaciones en lo que resta del programa, indicó Hilliard, programa que finaliza en septiembre.
Hay 12 equipos en operación instalados en la zona cordillerana que realizan el trabajo de sembrar las nubes con yoduro de plata que luego incrementa la precipitación salida para acumular agua nieve durante la temporada.
Es necesario contar con condiciones específicas como la calidad de las nubes, oportunidad de siembra, grado de actividad de los sistemas nubosos, intensidad de las corrientes de aire, información que hemos ido aprendiendo a través de los estudios realizados por expertos quienes han trabajo en terreno y por la experiencia internacional, señaló Hilliard.
Efectos ambientales
Una investigación de Bárbara Ferre, ingeniera en Recursos Naturales Renovables, sobre los eventuales efectos ambientales de la modificación del tiempo atmosférico con yoduro de plata y la experiencia de casi 20 años en el río Cachapoal, estudia las relaciones de los residuos de plata en el ambiente.
El estudio de Ferre indica que la sal de plata utilizada en programas de estimulación es altamente insoluble y se concluye que el aporte de iones plata al medio ambiente es muy restringido, por lo que en consecuencia su toxicidad es muy reducida o nula.
El programa de la Junta de Vigilancia en la cuenca del Cachapoal es el único que se mantiene en Chile. Las evaluaciones sugieren que la siembra (abril-septiembre) en Cachapoal ha dado incrementos estimados del 8 al 10% de su caudal, según un estudio de Ruiz Columbi?, realizado en el Cachapoal en 2017.

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